Tras la reciente movilización ciudadana contra la ley que favorece a las AFP, el Congreso adoptó medidas urgentes para intentar recuperar algo de legitimidad. Junto con el texto sancionado anoche para un nuevo retiro de los fondos de pensiones, los legisladores aprobaron al caballazo nuevas leyes para la creación masiva de universidades públicas. En el terreno de los hechos, sin embargo, dichas normas son letra muerta, ya que carecen de sustento técnico y de presupuesto.
Fueron tres las leyes aprobadas para la creación de 22 universidades, en quince regiones del país. Tal fue la ambición (sin sustento) de los legisladores, que los textos aprobados contemplan la supuesta implementación de hasta 210 nuevas carreras que van desde ingeniería en inteligencia artificial hasta especialidades que bien podrían servir para estudiar (simbólicamente) a los actuales congresistas: zootecnia o veterinaria.
El interés de los legisladores por sacar este tipo de normas ha ido creciendo, dado el afán releccionista de cara a las próximas elecciones. Las regiones donde intentarán sorprender con el cuento de la creación de nuevas universidades son Amazonas, Apurímac, Arequipa, Ayacucho, Cusco, Huancavelica, Ica, Junín, La Libertad, Lambayeque, Lima, Moquegua, Puno, San Martín y Ucayali.
Tres nuevas leyes
El Congreso aprobó primero, con más de 90 votos, la creación de la Universidad Nacional de Lenguas del VRAEM de Kimbiri, con sede en la provincia de La Convención en Cusco. El texto del dictamen contempla la supuesta implementación de diez carreras.
Sobre la marcha, al promediar las seis de la tarde y con más de cien votos, el Parlamento aprobó crear la Universidad Nacional de Ciencia, Tecnología, Humanidades y Afines de Huaycán en Lima (UNCITECH). Aquí la lista de nuevas carreras es de hasta 29.
Pero le peor vino después: una autógrafa que había sido observada por el Ejecutivo por carecer de sustento fue aprobada ayer por insistencia, para la creación de 20 universidades públicas.
En total: 22 universidades creadas con 210 nuevas carreras, sin sustento técnico y sin presupuesto real.
El caso Puno
Particular es el caso de Puno, que cuenta actualmente con dos universidades públicas (UNAP y UNAJ). El Congreso ya aprobó en el 2024 dos leyes para crear universidades en Yunguyo (ley 32090) y Carabaya (ley 32011). Y este miércoles decidieron crear cuatro universidades más en Sandia, Huancané, Ayaviri y Azángaro.
Si lo que aprueba el Congreso se hiciera realidad, Puno llegaría a tener universidades públicas en ocho de sus trece provincias. Y con las seis nuevas, dispondría de 51 carreras adicionales. Sin embargo, todo ello no pasa de ser una ilusión y un intento de sorprender a los puneños para ganar votos. Ya el Ministerio de Economía y Finanzas ha precisado que no se cuenta con presupuesto.
Otro aspecto que llama la atención es la creación masiva de carreras sin el sustento técnico. Por ejemplo, para la Universidad Nacional Tecnológica La Esperanza (La Libertad) acordaron crear 14 carreras. Asimismo, para la Universidad Nacional Autónoma Bicentenario del Perú Parinacochas Coracora decidieron 13 carreras, como por arte de magia.
No hay presupuesto
La norma que crea la veintena de universidades fue aprobada por el Congreso, en segunda votación, en marzo de este año. Pero el texto fue observado por el Ejecutivo. Es decir, pese al cogobierno de Dina Boluarte con el Parlamento, en esta oportunidad su despacho decidió rechazar la promulgación de la norma, por ser sumamente inviable en su aplicación e implementación.
En un documento de diez páginas, el Ejecutivo le dijo al Congreso que no se cuenta con presupuesto para la implementación de dicha norma, pues “implica gastos para la construcción, ampliación o adecuación de infraestructura universitaria, contratación de personal docente, personal administrativo, pagos de servicios básicos, equipamiento de aulas y oficinas, y demás gastos para su funcionamiento y mantenimiento”.
Si bien el Congreso sugiere destinar fondos en forma progresiva desde los gobiernos subnacionales, el Ejecutivo también precisa que esto “generaría un impacto en la proyección económica de los gobiernos regionales y locales, en una materia (educación superior universitaria) que no es de su competencia directa”. Además, dichas instancias ya tienen sus propias prioridades de inversión.
El Parlamento también plantea el financiamiento con “recursos propios”, pero Palacio ha aclarado que “no existe fuente de financiamiento con la referida denominación, por lo que no corresponde incluir dicha terminología”.
Los legisladores insisten e incluyen la opción de usar recursos del canon, pero el Ejecutivo se encarga de resaltar que eso implicaría recortar los fondos por canon que reciben las universidades públicas ya existentes.

Es más, el Ejecutivo subraya que los fondos del canon no son estables y eso genera inseguridad y riesgo de desfinanciamiento en aspectos claves como los gastos corrientes de las supuestas nuevas universidades. (Si quieren ver el documento completo del Ejecutivo, clic aquí).
A pesar de todas estas observaciones, el Congreso acordó, en el pleno de este miércoles 17, promulgar la norma por insistencia. Así fueron los votos:

Lista de «nuevas» universidades creadas sin sustento
En la siguiente tabla pueden ver la lista de las 22 universidades creadas en el pleno del miércoles 17 de setiembre, además de las regiones y los impulsores de los proyectos. Los legisladores que más proyectos tienen en este bloque son Waldemar Cerrón (6), Wilson Quispe (5) y Guido Bellido (4).